Un nuevo estudio que utilizó tecnología LiDAR realizó un mapeado aéreo de Teotihuacán para ver como los antiguos habitantes de la ciudad realizaron modificaciones en el suelo y alteraron el paisaje en tal grado que terminó afectando la forma en que realizaban sus construcciones.
Gracias a este mapeado publicado en la revista PLOS One, los investigadores lograron descubrir que se trasladó una enorme cantidad de suelo y se desviaron dos ríos (San Juan y San Lorenzo), con la intención de alinearlos con puntos de importancia astronómica, para lo que requirieron también transportar enormes cantidades de roca que luego reutilizaron en construcciones posteriores.